ISLA DEL PALMAR, UN PUEBLO CON MUCHA HISTORIA

Los primeros indicios de la existencia de la Isla del Palmar datan de la época de ocupación musulmana en el año 711 D.C. Algunos textos árabes hacen referencia a la alquería de la Alcudia, situada geográficamente en el mismo sitio donde se encuentra la Isla del Palmar. Hay que esperar al año 1238 cuando el rey Jaume I El Conqueridor conquista el reino de Valencia y lo reparte entre los repobladores cristianos según el Llibre dels Repartiments. En este texto se hace referencia a la alquería andalusí en medio del lago de la Albufera y concede el derecho de explotación pesquera del lago a los nuevos pobladores de la isla a cambio de un tributo de 1/5 de las capturas realizadas. Esta norma escrita por el rey Jaume I ha sido respetada a lo largo de toda la historia hasta nuestros días, adaptando la forma del tributo a cada época.
A partir de este momento la isla es poblada por habitantes de poblaciones vecinas como Catarroja, Silla o Ruzafa que construyeron las primeras barracas para guardar los útiles de pesca utilizados en la explotación del lago de la Albufera, guardarse de temporales y crecidas de las aguas. A partir del siglo XVIII las barracas pasan a ser la residencia de los pescadores y sus familias, en el censo de 1854 contaba con 65 barracas, una ermita y 289 habitantes. En 1885 la isla sufre un gran incendio donde la mitad del pueblo queda destruido. En la reconstrucción posterior es donde se empiezan a substituir las barracas por casas de ladrillos. Así es como nos describe este suceso el escritor Vicente Blasco Ibáñez en la novela Cañas y Barro (1902).
«La barraca del tío Paloma se alzaba a un extremo del Palmar. Un gran incendio había dividido la población, cambiando su aspecto. Medio Palmar fue devorado por las llamas. Las barracas de paja se convirtieron rápidamente en cenizas, y sus dueños, queriendo vivir en adelante sin miedo al fuego, construyeron edificios de ladrillo en los solares calcinados empeñando muchos de ellos su escasa fortuna para traer los materiales, que resultaban costosos después de atravesar el lago. La parte del pueblo que sufrió el incendio se cubrió de casitas, con las fachadas pintadas de rosa, verde o azul.

Vicente Blasco Ibáñez, novela Cañas y Barro (1902)

Aunque el cultivo del arroz se hace en la zona de la Albufera de Valencia desde la época árabe, los pescadores de la Isla del Palmar no empezaron a cultivarlo hasta finales del siglo XIX ya que la actividad pesquera era más rentable. En estos años las zonas limítrofes a la Isla empiezan a ser enterradas con barro del fondo de la Albufera y se convierten en campos de arroz. Desde este momento los pescadores empiezan a combinar la pesca con el cultivo del arroz.
En 1930 se construyeron tres puentes sobre las acequias que rodeaban a la isla, con lo que la isla del Palmar quedaba conectada con la carretera Nazaret-Oliva (CV-500). Hoy en día El Palmar es la pedanía más conocida del lago de la Albufera, emplazada en medio de zonas de arrozales, y conserva algunas de las tradicionales barracas de la zona. Las novelas «La Barraca» (1892) y «Cañas y barro» (1902) de Vicente Blasco Ibáñez están inspiradas en la Isla del Palmar, la Albufera y sus gentes. Es por esto que podemos considerar a Vicente Blasco Ibáñez como el mejor cronista de la Isla del Palmar hasta principios del siglo XX. En la actualidad el pueblo de El Palmar es una pedanía de la ciudad de Valencia que cuenta con una población de unos 800 habitantes. Su actividad económica esta basada en la pesca, agricultura arrocera y de huerta, hostelería y ecoturismo.

PESCA EN LA ISLA DEL PALMAR, LAGO DE LA ALBUFERA.

El Parque Natural de la Albufera de Valencia comprende el sistema formado por 21120 hectáreas que incluyen el lago de la Albufera, su entorno húmedo o marjal de arrozales, y el cordón litoral adyacente a ambos denominado La Dehesa que separa el lago de el mar mediterráneo. El nombre de Albufera proviene del termino árabe al-buhayra, que significa pequeño mar o espejo del sol. El lago tiene una extensión de 23,94 Km2, una profundidad media de 1 metro y está rodeada de 223 Km2 de arrozales. El 23 de julio de 1986 fue declarado parque natural por la Generalidad Valenciana. El 19 de noviembre de 2004 fue aprobado por el Consejo de la Generalidad Valenciana el decreto 259/2004 por el que se establece el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de la Albufera.

Después de la conquista del Reino de Valencia en 1238 por el rey de Jaime I El Conqueridor, este cedió los derechos de explotación pesquera del lago de la Albufera a los habitantes de la isla del Palmar, según consta en el Llibre dels Repartiments. Como resultado de la concesión de este privilegio, el 10 de Septiembre de 1250 se fundó la Comunidad de Pescadores del Palmar con el objeto de gestionar y administrar la actividad pesquera en el lago de la Albufera. A cambio los pescadores, a través de la Comunidad de Pescadores, deberían de pagar 1/5 de la pesca capturada en concepto de tributo de arrendamiento al titular del lago de la Albufera que en este tiempo era la Corona del Reino de Valencia. Esta tradición se ha respetado a lo largo de la historia hasta nuestros días, incluyendo la época de ocupación francesa por Napoleón.

EL SORTEO DELS REDOLINS

A partir de 1857 los pescadores empiezan a trabajar de forma más organizada, la Comunidad de Pescadores del Palmar empieza a gestionar la actividad pesquera de la Albufera. Se escriben las normas de como y cuando se debe pescar además de gestionar el pago de los tributos de la pesca en metálico y no en especies como se había hecho anteriormente. Es en este momento cuando se introduce el sorteo dels redolins con el fin de repartir los puestos fijos de pesca o calaes de la Albufera, puntos de pesca fijos con mucha corriente óptimos para la captura de anguilas y lubinas.

El sorteo dels redolins era de vital importancia para los pescadores ya que el primero en salir tenía derecho a elegir la mejor calà «la Sequiota» lo que suponía un extraordinario ingreso económico ya que es donde más capturas se realizaban. Los pobladores de la Isla del Palmar se jugaban el sustento de toda su familia para el siguiente año en este sorteo, era sin duda el día más importante del año para los habitantes del Palmar y aún hoy en día lo sigue siendo. En este día se estrenaban las mejores ropas y se celebraban las mejores comidas con paella de pollo y pato criados en los corrales de cada casa y que se guardaban especialmente para este día.
«El segundo domingo de Julio era para el Palmar el día más importante del año. Se sorteaban los redolins, los puestos de pesca de la Albufera y sus canales, entre los vecinos del Palmar … Todos hablaban del próximo sorteo con la emoción temblorosa del que confía su porvenir al azar. Antes de una hora iba a decidirse para cada uno la miseria de un año o la abundancia. En los corrillos se hablaba de los seis primeros puestos, de los seis redolins mejores, los únicos que podían hacer rico a un pescador, y que correspondían a los seis primeros nombres que salían de la bolsa. Eran los puestos de la Sequiota, o los inmediatos a ella.»

Vicente Blasco Ibáñez, novela Cañas y Barro (1902)

En cada redolí, bola de madera con un agujero central, se introduce el nombre del pescador que opta a elegir una calà. De manera aleatoria se van sacando els redolins y los pescadores asociados a cada uno van eligiendo la calà que consideran oportuna de las que aún no han sido elegidas. El último en salir en el sorteo, el menos agraciado, será el encargado de pesar diariamente las capturas del resto de pescadores, teniendo derecho a 1/10 de las capturas.

Vicente Blasco Ibáñez supo explicar como nadie donde y como se preparaban les calaes sorteadas en els redolins, valorando el trabajo gestor de la Comunidad de Pescadores del Palmar como la máxima entidad de la Albufera de Valencia por su experiencia milenaria :

«Los del Palmar, con su sabiduría, habían estudiado las costumbres de las anguilas. Viendo que durante la noche se aproximan hacia el mar, y en la oscuridad tempestuosa juegan como locas, abandonando el lago para meterse en los canales, habían encontrado más cómodo cerrar las acequias con barreras de redes sumergidas, colocar junto a ellas las bolsas de malla de los mornells y monots, y la pesca por sí sola iba a colarse en el engaño, sin más trabajo para el pescador que vaciar el seno de sus artefactos y volver a sumergirlos. !Y qué admirable organización la de la Comunidad del Palmar! El tío Paloma se entusiasmaba hablando de esta obra de los antiguos.»

Vicente Blasco Ibáñez, novela Cañas y Barro (1902)

Junto con el Tribunal de las Aguas, la Comunidad de Pescadores del Palmar es la Institución de Derecho Consuetudinario Valenciano de mayor antiguedad, sus ordenanzas datan de 1250 por el mismo rey Jaume I El Conqueridor quién asume costumbres no escritas ya establecidas. Esta institución a sido clave en el desarrollo económico y social del pueblo de El Palmar, cediendo su propio patrimonio para fines comunes al pueblo : el consultorio médico, la antigua escuela o el local de la alcaldía. Además la Comunidad de Pescadores del Palmar ha sido, es y será el órgano gestor de la explotación pesquera de la Albufera.

CULTIVO DEL ARROZ EN LA ISLA DEL PALMAR.

El cultivo del arroz en la Albufera empezó en época de ocupación árabe en 711, donde se introdujo el sistema de canalización del agua de regadío y la parcelación de las primeras tierras. Al igual que la pesca, la tierra dedicada al arroz fue repartida entre los repobladores cristianos por el rey Jaume I después de la conquista del Reino de Valencia en 1238, según queda reflejado en el Llibre del Repartiments. A finales del siglo XIX se empieza a enterrar las partes limítrofes de la Albufera con la Isla del Palmar para el cultivo del arroz. Se utilizaban barcas grandes o barquetots para sacar el barro del fondo de la Albufera y posteriormente este barro era depositado en la zona acotada para formar el campo de arroz. La Comunidad de Pescadores del Palmar fue quien arbitró el proceso y reparto de la tierra ganada a la Albufera para el cultivo de arroz. A partir de este momento, los habitantes de la Isla del Palmar empezaron a ser agricultores arroceros de Abril a Septiembre y pescadores de Octubre a Marzo.
Actualmente de las 21000 hectáreas que forman el Parque Natural de la Albufera, 3000 hectáreas están destinadas al cultivo del arroz. Principalmente se cultivan la variedad Bomba y JSendra ambas Denominación de Origen Arros de Valencia. La cooperativa arrocera SAT 990 (El Palmar) de nuestro pueblo ha creado la marca propia de arroz «La Espiga del Palmar» utilizando la mejor selección de las variedades JSendra y Bomba-Albufera cosecha propia de nuestro pueblo. Podríamos afirmar sin ningún tipo de reparo que posiblemente sean unos de los mejores arroces del mundo, siendo la base de nuestro menú degustación basado en el arroz ‘La Espiga del Palmar’. Para más información sobre el cultivo del arroz visite la sección le dedicamos exclusivamente en nuestra web. El arroz es nuestra materia prima y el de la mayoría de los restaurantes en El Palmar.

EL PALMAR Y VICENTE BLASCO IBÁÑEZ

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX el famoso escritor Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) alternó su residencia entre la ciudad de Valencia y nuestro pueblo, El Palmar. Fruto de estas vivencias escribió las novelas «La Barraca» en 1898 y «Cañas y Barro» en 1902. En ambas novelas plasma el estilo de vida de los habitantes de la Isla del Palmar del siglo XIX, sus costumbres y vivencias. De estas novelas podemos destacar innumerables relatos :

«Despertaba la huerta, y sus bostezos eran cada vez más ruidosos. Rodaba el canto del gallo de barraca en barraca. Los campanarios de los pueblecitos devolvían con ruidoso badajeo el toque de misa primera que sonaba a lo lejos, en las torres de Valencia, esfumadas por la distancia»    La Barraca, 1898

«El Palmar llevaba este nombre porque era remotamente una isleta cubierta de palmitos. En otros siglos bajaba gente de Torrente y otros pueblos que se dedicaban al comercio de escobas, se establecían en la isla, y después de hacer provisión de palmitos para todo el año, levantaban el vuelo.»    Cañas y Barro, 1902

«Llegó la gran fiesta del Palmar, la del Niño Jesús. Era en diciembre. Sobre la Albufera soplaba un viento frío que entumecía las manos de los pescadores, pegándolas a la percha.»    Cañas y Barro, 1902

«Como todas las tardes, la barca-correo anunció su llegada al Palmar con varios toques de bocina. El barquero, un hombrecillo enjuto, con una oreja amputada, iba de puerta en puerta recibiendo encargos para Valencia, y al llegar a los espacios abiertos en la única calle del pueblo, soplaba de nuevo en la bocina para avisar su presencia a las barracas desparramadas en el borde del canal.»    Cañas y Barro, 1902

Restaurantes en El Palmar

Debido a la gran carga histórica de El Palmar y de su enclave único como corazón del Parque Natural de la Albufera de Valencia, en las últimas décadas se ha desarrollado una industria gastronómica y ecoturista importante. Prueba son los más de 25 restaurantes que actualmente existen en El Palmar que nos ofrecen una gastronomía local basada en el arroz de alta calidad. Además existen un número no menos considerable de empresas de ecoturismo que nos ofrecen visitas guiadas por el Parque Natural de la Albufera de Valencia. Todo esto hace que una visita a El Palmar sea algo más que una paella y un paseo en barca, es una visita por las costumbres de los habitantes de la Albufera, su gastronomía y vivencias. Sin duda alguna la paella ocupa un lugar destacado dentro de nuestra gastronomia local.